Dos propuestas de verano, para apasionados de vinos frescos, aromáticos y de calidad

Un rosado con alma de tinto que mantiene la esencia de la tierra con Denominación de Origen Ribera del Duero y un albariño de leyenda elaborado en la zona más meridional de Rías Baixas

Martes 21 de Junio de 2022

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Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas propone celebrar la llegada del verano con dos vinos frescos y de gran intensidad aromática.

Flamingo Rosé,  elaborado 100% con la variedad Tinto Fino, procedente de viñedos de altura del corazón del a Ribera del Duero y Pazo de San Mauro, un  albariño de leyenda de la zona más meridional de Rías Baixas.

Dos propuestas para apasionados de vinos frescos, de calidad, con historias singulares y que armonizan y maridan con la gastronomía de temporada, como cremas frías, mariscos, percebes, centollas y arroces.

Flamingo Rosé, un rosado muy osado de la Ribera del Duero

Conde de San Cristóbalpresenta su singular Flamingo Rosé, un vino de parcela, de producción limitada, expresivo y delicado. Un rosado "de lágrima" elaborado exclusivamente a partir de Tinto Fino procedente de parcelas situadas a 900 metros de altitud, en la terraza más alta del río Duero, en la llamada milla de oro de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Inspirado en la audacia y personalidad que caracterizó al primer Conde de San Cristóbal –aristócrata español, reconocido en la nobleza de finales del siglo XVIII por su trayectoria como Oydor de la corte– sus descendientes producen un rosado elegante, sutil y con personalidad. Un rosado con alma de tinto que mantiene toda la esencia de la tierra con Denominación de Origen Ribera del Duero.

Flamingo Rosé se muestra limpio, expresivo y floral en nariz, con aromas de cerezas y grosellas y notas de yogur. De color rosa asalmonado, estilo provenzal, sorprende por su frescor en boca, con buena acidez y buena y persistente estructura. Perfecto para maridar con platos ligeros, mariscos y pescado blanco o azul, con arroces, verduras y ensaladas, también con embutidos y quesos suaves. Precio recomendado: 22,5€

Pazo de San Mauro, un albariño de leyenda

Elaborado en la zona más meridional de Rías Baixas, en el Condado de Tea, a orillas del Miño, sus viñedos tienen una media de edad de 35 años y se extienden en la finca sobre bancales de canto rodado que descienden hasta la ribera del río Miño. El subsuelo granítico de la finca es especialmente característico y aporta a los vinos su carácter complejo y mineral.

Esta referencia es la expresión de un viñedo de belleza inigualable enclavado en la historia del Pazo de San Mauro, cuyas raíces se remontan al siglo XVI. Propiedad en su origen de la noble familia hispanoportuguesa de los Pereira de Castro, descendientes del rey Sancho I de Portugal, el Pazo fue construido en el año 1591 y el cultivo de la viña siempre estuvo vinculado a su historia, siendo una de las bodegas más antiguas de Europa. Según cuenta la leyenda de esta tierra mágica de Homes Peixe y Feiticeiras, surcada por el río Miño; aquí se encuentran los mejores Albariños.

Pazo de San Mauro es un vino 100% de uva albariño, de alta intensidad aromática, fresco y con gran calidad en sus aromas. En nariz destacan las notas afrutadas y recuerdos de cítricos, frutas y flores blancas. En boca es un vino muy varietal, con una entrada amplia donde destaca su frescura, equilibrio y persistencia. Excelente para acompañar todo tipo de mariscos, pulpo, pescados blancos y sushi, cocina asiática, además de arroces y pastas. Precio recomendado: 17,50€

Conde San Cristóbal

La bodega Conde de San Cristóbal, situada en el Pago de Valdestremero, en el corazón de la Ribera del Duero, nace a principios de siglo construida por la familia de la Mata, propietaria también de las Bodegas del Marqués de Vargas en Rioja Alta. Sus viñedos gozan de un clima continental extremo con acusadas oscilaciones térmicas y una pluviometría moderada. Unas características climatológicas que tienen gran influencia en el ciclo de la planta y la maduración de la uva.

Además, gracias a variedad de tipos de suelos existentes en la propiedad, y a las temperaturas extremas combinadas con los vientos de las montañas, los vinos adquieren un elevado nivel de acidez, lo cual les aporta mayor estructura y longevidad. Como resultado, los vinos tintos de Conde de San Cristóbal son de producción limitada.

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