Cata histórica de Carlos Serres en Madrid Fusión

Carlos Serres celebra en Madrid Fusión sus 125 años con una cata histórica de sus mejores añadas

Lunes 04 de Abril de 2022

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Roberto de Carlos
Roberto de Carlos

Fundada en 1896 por el comerciante francés Carlos Serres, la bodega riojana que mantiene el nombre de su fundador cumplía el pasado 2021 sus 125 años de historia. Una fecha señalada que no pudo ser celebrada el pasado año por motivos de la pandemia.

Es pues, que este año con motivo de la celebración de Madrid Fusión esta histórica bodega que arrancaba su andadura en el famoso Barrio de La Estación de Haro ha ofrecido una cata histórica con sus mejores añadas para conmemorar más de un siglo de existencia.

Con el título de Carlos Serres 125 años recuperando el recuerdo a través de añadas míticas, su enólogo Roberto de Carlos ha realizado un repaso de algunas de las añadas históricas. Cinco míticas elaboraciones que recogen la filosofía y trayectoria que la bodega ha mantenido durante más de un siglo, donde los vinos de larga crianza son su sello de identidad.

Carlos Serres Gran Reserva 1964: un vino elaborado en un año en el que la cosecha fue calificada como excelente, la mítica cosecha del 64 reconocida como la mejor añada del siglo. Impresiona la acidez que este vino presenta pasados 58 años. Un vino complejo, del que destacan sus aromas terciarios, de tanino dulce y que se mantiene muy vivo ante al paso de los años.

Onomástica Reserva 1981: la de 1982 fue otra de las míticas añadas en Rioja, algo que eclipsó a su antecesora viéndose esta minusvalorada, pero no por ello a falta de altura en cuanto a su calidad. Vino de gran finura, especiado, de acidez pronunciada, buen buqué y tanino marcado.

Carlomagno 1970 125º Aniversario: para Carlos Serres esta elaboración representa la historia de un regreso. Fue a finales de los 70 cuando la bodega reorienta su política enológica y comercial eliminando este etiquetado que hoy la familia Vivanco, actuales propietarios de la bodega, vuelve a recuperar. Este vino es un homenaje, un recuerdo de la línea más borgoñona de la bodega. Los 49 años de reposo en el botellero han perfilado un vino elegante, de aromas complejos y tanino pulido.

Onomástica Rosado Reserva 2016: poco corrientes son las elaboraciones de rosados de larga crianza. Carlos Serres se lanza con este vino buscando un estilo clásico, igual a los  rosados que la bodega elaboraba a mitad del siglo pasado. Una mayor presencia de Mazuelo, el 60%, frente a la Tempranillo, con un 40%, sumando a una larga crianza, 536 días en barrica más otros 500 en botella, perfilan un vino de acidez moderada, fruta madura, muy amplio en boca, largo y untuoso.

Carlos Serres Brut Rioja 2019: Primera añada de vino espumoso de la bodega que recupera la tradición que allá por los años 70 surgió en Rioja por estas elaboraciones. Por entonces, la variedad Tempranillo Blanco no estaba presente en aquellas primeras incursiones en espumosos, algo lógico al no haber todavía mutado de su hermana tinta (1988). Hoy, Carlos Serres la introduce al 18% junto con Viura al 47% y Chardonnay al 35%, y realiza una crianza que cumpliría los plazos de Reserva en otras Denominaciones. Vino con mucha acidez, aromas a fruta blanca, floral y notas de bollería.

Una cata histórica, para el recuerdo, en la que conocer la historia de esta bodega que ha pasado a ser una de las 16 centenarias, y donde sus elaboraciones marcan una trayectoria muy particular donde el tiempo juega como aliado. El vino es historia líquida, cada botella nos traslada en el tiempo y nos permite conocer un poco más a quién está detrás de ellas a través del vino.

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