Viernes 10 de Diciembre de 2021
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Las celebraciones navideñas son momentos para disfrutar en familia y para compartir, en torno a una mesa, comidas y cenas elaboradas especialmente para la ocasión. Son muchas y cada vez más variadas las propuestas gastronómicas que se sirven en estas fechas, y para cada una de ellas existe un tipo de Vino de Jerez para acompañarla.
Desde el Consejo Regulador de Vinos de Jerez y Manzanilla nos proponen 5 maridajes excepcionales con los que conquistar a los paladares más exquisitos:
Este vino blanco seco, elaborado con uva Palomino, combina bien con pescados y mariscos, por lo que resulta la mejor opción para armonizar con esta crema. El Fino, además, complementa los sabores de la pimienta y el ajo, y ayuda a matizar el de la mantequilla.
Raspar y lavar los mejillones. Pelar las chalotas y en una cacerola poner los mejillones bien enjuagados, sal y pimienta y una taza de agua. Colocar en el fuego, y cuando el líquido esté a punto de hervir, añadir el Amontillado . Cocinar durante 5 minutos, moviendo la sartén enérgicamente. Cuando los mejillones estén abiertos, sacarlos de la sartén y dejar de lado (aquellos que estén sin abrir deben tirarse, ya que esta es una señal de que están malos y no se deben comer). Hacer beurre manié trabajando la harina en la mantequilla y añadir poco a poco a la sartén. Remover y dejar cocer durante unos minutos, luego agregar la crema y comprobar el condimento. Después de haber eliminado la cáscara superior del mejillón, colocar los mejillones en una fuente para servir, tamizar la salsa y verter sobre ellos. Servir caliente.
Este vino, delicado y expresivo, es capaz de respetar el sabor suave del pescado blanco y, al mismo tiempo, con su toque salino, potenciar los recuerdos marinos de un pescado de roca. Como guarnición se propone un "piriñaca", puesto que la Manzanilla tiene una acidez mínima que equilibrará la del Vinagre de Jerez con el que se aliña este picadillo de tomate, cebolla y pimiento, potenciando la sapidez de las hortalizas:
Esta receta se puede también hacer con otros pescados parecidos a la dorada como son urta, sargo, corvina, lubina, besugo,... Esta técnica consigue cocinar el pescado al horno en su propio jugo y el resultado es un pescado jugoso y sabroso. Lo ideal es manipular lo mínimo la pieza de pescado y cocinarla sin escamar ni abrir, pero si se prefiere se pueden retirar las vísceras pero no escamar.
Precalentar el horno a 200º. En una bandeja de horno hacer una primera capa de sal de algo más de un centímetro de altura que sea mayor que el contorno del pescado. Disponer la pieza de pescado sobre esta cama de sal y cubrirlo con una capa similar de sal, compactándola con las manos. Rociar con los dedos algo de agua por toda la superficie de sal e introducir en el centro del horno la bandeja. Para piezas de hasta un kilo el tiempo de horneado será de 20 minutos. Si se cocinan piezas mayores la relación será de 20 minutos de horno por cada kilo de pescado, así una pena de kilo y medio serán 30 minutos. Pasado el tiempo de horneado sacar la bandeja y dejar reposar el pescado 5 minutos más cubierto de sal.
Para servirlo y con la ayuda de una cuchara grande, cascar la sal siguiendo el contorno del pescado. Una vez rota la sal alrededor de la dorada retirar la capa superior que mu posiblemente lleve adherida a ella la piel de la dorada con sus escamas. Si no es así, saldrá con mucha facilidad con la ayuda de una cuchara y un tenedor. Sacar los lomos y emplatar.
Una guarnición tradicional de este plato en Andalucía Occidental es un "piriñaca" que consiste en un picadillo de tomate, cebolla y pimiento cortado en trozos pequeños y aliñado generosamente con Vinagre de Jerez, AOVE y sal.
La complejidad del Amontillado, destacando un final seco y un post-gusto prolongado en el que retornan las notas de frutos secos y madera envinada, lo convierte en el acompañante ideal para recetas de cordero como la propuesta por el Consejo Regulador para estas fiestas. También resulta interesante y delicioso para la armonía del plato utilizar el propio vino en el estofado o las salsas.
Hacemos unos cortes diagonales en la parte más carnosa de la paletilla, que será la que pongamos hacia arriba en el horno. Salpimentamos con pimienta blanca, negra y sal.
En el almirez majamos con aceite de oliva cuatro dientes de ajo, el romero, el tomillo y el orégano. Machacamos bien y después extenderemos convenientemente la mezcla sobre la paletilla, ya puestas sobre la bandeja de horno.
Precalentamos el horno a unos 180 – 200 ºC y asamos la paletilla durante una hora más o menos.
La carne de cordero es importante que no se seque demasiado, por lo que cuando queden unos 20 minutos para la hora rociamos la copa de brandy por encima de la carne para hidratar y dar sabor. Si viéramos que se ha secado mucho podemos echarle un poquito más de brandy o un poco de agua templada, y si se pudiera, el mismo jugo que suelta la carne.
El dulzor natural del Pedro Ximénez es el complemento perfecto para acompañar el tiramisú, puesto que no es un postre muy dulce.Los recuerdos de cacao y café del PX mantendrán un hilo conductor con el cacao y el café de la receta. Las notas de higos secos y confitería del vino armonizarán con el conjunto del tiramisú.
En un bol echar el azúcar y la nata líquida y mezclar bien. A parte separar las yemas de las claras de los huevos. En un bol amplio poner las claras, añadir una pizca de sal y montar con unas varillas o batidora de brazo. A parte mezclar de manera uniforme las yemas y el queso. Cuando esté listo añadir entonces la mezcla de nata y azúcar, mover y mezclar bien. Reservar.
Disolver 100 g de cacao en el café y añadir a la mezcla el Brandy de Jerez. Mojar en el café uno a uno los bizcochos de soletilla (mejor si no son del día) y colocarlos de uno en uno en una fuente de horno alta. Cuando el fondo esté completamente cubierto por una capa de bizcochos disponer sobre estos una buena capa de la mezcla prepara anteriormente. Montar otra capa de bizcochos mojados en el café sobre la mezcla anterior. Volver a cubrir los bizcochos con el resto del relleno y extender de manera uniforme y lisa. Espolvorear la superficie con el resto del cacao en polvo para decorar. Dejar reposar toda la noche en el frigorífico.
El Consejo Regulador recomienda maridar este típico dulce navideño con un Cream, para complementar la dulzura de la masa, la crema y la fruta que lo recubre. Como regla general, se considera apropiado que el vino de Jerez que se escoja tenga más dulzor que el postre con el que se marida.
Hervimos la leche con la corteza de limón y naranja y la canela.
Dejamos infusionar, tapado, hasta que la mezcla esté tibia. Colamos.
Añadimos el agua de azahar, el azúcar y la sal. Reservamos.
En un bol, colocamos la harina mezclada con la levadura (si es levadura fresca, la deshacemos con los dedos y la echamos en la levadura). Incorporamos la leche infusionada y los dos huevos batidos. Amasamos hasta tener una masa elástica y homogénea. Podemos hacerlo tanto a mano como usando el gancho de nuestra amasadora.
Finalmente, cuando la masa esté bastante lisa, incorporamos la mantequilla, en trocitos, a temperatura ambiente. Seguimos amasando hasta que se integre por completo.
Colocamos la masa en un bol engrasado y cubrimos con film para evitar que se forme una costra. Dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño (en torno a una hora).
Sacamos del bol, y hacemos una bola con la masa sobre una superficie enharinada.
Hacemos el agujero y formamos el roscón sobre una bandeja cubierta con papel de horno. Es muy importante que hagáis un aro enorme, muy espaciado, para que cuando crezca el roscón no se os cierre el agujero.
Dejamos reposar (bien cubierto por film) en torno a 40 minutos más, o hasta que haya doblado de nuevo.
Preparamos el azúcar mojado: ponemos 200g de azúcar blanco en un bol y lo rociamos con gotitas de agua. Mezclamos hasta tener el azúcar "mojado".
Pintamos con huevo batido y decoramos con la naranja confitada, la almendra y el azúcar mojado.
Horneamos a 190º durante 25 minutos.
Con la masa sale un roscón enorme, también podéis dividirla en dos y preparar dos roscones más pequeños.
Si queréis disfrutar de un roscón recién horneado por la mañana, cuando hayáis formado el roscón sobre la bandeja, cubrirlo bien con film y metedlo en la nevera. Irá creciendo lentamente durante toda la noche.
Al día siguiente sacadlo y dejarlo volver a temperatura ambiente mientras calentáis el horno, en torno a 30 minutos. Después sólo tenéis que hornearlo.
Gracias a su calidad y versatilidad, los Vinos de Jerez y Manzanilla logran maridajes inigualables con las más diversas elaboraciones, como las que se pueden encontrar en https://www.igualqueninguno.com/es/
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