El prosecco incrementa sus ventas en España

El pasado año las ventas del vino espumoso italiano por referencia crecieron un 132%

Lunes 19 de Abril de 2021

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El prosecco es un vino blanco italiano, generalmente un vino espumoso seco o extra seco;​ hoy en día solo se elabora a partir de la variedad de uvas glera, anteriormente conocidas como "uvas prosecco". La uva glera crece en muchas regiones de Italia, pero para poder elaborar prosecco (que es DOC) tienen que proceder de las regiones de Friuli-Venecia Julia y Véneto, en Italia; pero especialmente en las áreas cerca de Conegliano y Valdobbiadene, en las colinas al norte de Treviso.

Al contrario que su principal competidor comercial, el vino de la Champaña francesa, que utiliza el método champenoise, el prosecco se produce utilizando el método charmat o elaborado en grandes depósitos, en los cuales la segunda fermentación tiene lugar en tanques de acero inoxidable, haciéndolo menos caro de producir, y por tanto con un precio al público mucho más bajo y accesible.

Anualmente, se producen aproximadamente 150 millones de botellas de prosecco italiano.

El prosecco se produce principalmente como vino espumoso, ya sea en su versión totalmente espumosa (spumante) o ligeramente burbujeante (frizzante, gentile'). El prosecco spumante, que se ha sometido a una fermentación secundaria completa, es la variante más cara.​ Las variantes espumosas pueden contener uvas pinot blanc o pinot gris. Dependiendo de su dulzura, los proseccos se etiquetan como "brut" (hasta 15 g de azúcar residual), "extra seco" (de 15 a 20 g), o "seco" (de 20 a 35 g).

Una versión no espumosa (calmo o tranquillo) se elabora también de las uvas glera; no obstante, solo representa el cinco por ciento de la producción total y casi no se exporta.

Los vinos de producción tradicional del área Conegliano-Valdobbiadene se etiquetan como "Prosecco di Conegliano-Valdobbiadene", "Prosecco di Conegliano" o "Prosecco di Valdobbiadene", en el caso de los del Véneto, o "Prosecco DOC" en el caso de los de Friuli. Los proseccos etiquetados con otra designación no protegida, como "IGT-Veneto", son habitualmente más baratos, y de una calidad más variable.

En Italia, el prosecco se disfruta como un vino para cualquier ocasión. Fuera de Italia, se consume mayoritariamente como aperitivo, principalmente como el champán. Como otros vinos espumosos, el prosecco se sirve frío. Al contrario que el champán, el prosecco no fermenta en botella y se vicia con el tiempo, por lo que debe ser bebido lo antes posible​ y preferiblemente antes de que tenga dos años.

La mayor parte de los proseccos alcanzan su mejor punto cuando son consumidos tres años después de su recogida, pero los proseccos de alta calidad pueden alcanzar hasta siete años.

En comparación con otros vinos espumosos, el prosecco es bajo en alcohol, conteniendo un 11 o 12 por ciento de alcohol por volumen. El sabor del Prosecco se ha descrito como intensamente aromático y fresco, evocando la manzana amarilla, la pera, el melocotón blanco o el albaricoque. Al contrario que el champán, apreciado por su rico sabor y complejos aromas secundarios, la mayor parte de las variantes de prosecco tienen intensos aromas primarios y están pensados para que sepan fresco y ligero.

Habitualmente, el prosecco se sirve sin mezclar, pero también aparece en bastantes mezclas. Era el ingrediente original del cóctel Bellini y el Spritz, y también puede reemplazar al champán en otros cócteles como la mimosa. Con vodka y sorbete de limón, el prosecco es también un ingrediente del cóctel italiano sgroppino.

En España, el Cava sigue siendo el vino espumoso líder en ventas con mas de 131 millones de euros en 2020, a pesar de haber experimentado un retroceso del 1,5% respecto al año anterior. No pasa lo mismo con el Prosecco, cuyas ganancias llegan a los 520.000 euros, con un aumento de las ventas del 132,6% en España el año pasado. En cuanto al champán, el mercado se situó en los 11 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 14,9%.

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