La producción del vino de Mallorca cae un 25%

Martes 02 de Marzo de 2021

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Las DO Pla i Llevant, DO Binissalem y la IGP Mallorca acaban de presentar su balance vitivinícola correspondiente al año 2020.

En este balance se ofrecen datos conjuntos de producción y comercialización, de los tres Consejos Reguladores.

Según el balance, 2020 se ha caracterizado en general por ser un año difícil debido a varias causas:

  • La pandemia del coronavirus ha sido el factor más negativo, actuando de manera indirecta sobre la producción de uva y vino y, de manera directa, sobre la comercialización. Como consecuencia del primer confinamiento se intuyó que la temporada turística peligraba, haciendo necesario limitar la producción de uva para disminuir la cantidad de vino elaborado, para no desbordar la capacidad de las bodegas. Así se hicieron podas intensas, en seco y en verde.
  • El mildiu, aunque es una enfermedad siempre presente, en esta campaña ha atacado con fuerza a las viñas, afectando buena parte de la producción y obligando a hacer inversiones más fuertes que otros años para luchar contra este hongo.
  • El granizo afectó también a ciertas parcelas en la parte del Levante de la Isla.
  • Finalmente, hubo viticultores que se acogieron a las ayudas de poda en verde para limitar la producción de sus viñas.

DATOS DE PRODUCCIÓN

En cuanto a los datos de producción, el Consejo Regulador señala principalmente 

  • Las hectáreas productoras han pasado de 1.461 a 1331 has, lo que supone una disminución de un 9%.
  • La producción de uva, de 8.271.000 kg. ha pasado a 6.199.000 kg, disminuyendo un 25%.
  • Y los litros de vino elaborado de 5.339.809 L. a 3.797.500 L, con una bajada del 25%.

Señalar que los datos que se ofrecen a continuación son el resultado de comparar la media de las añadas: 2016, 2017, 2018 y 2019 con los datos del 2020.

El informe destaca asimismo que en marzo de 2020, ya se intuía que la temporada turística no sería como las habituales, y algunos viticultores tomaron la decisión de limitar la producción, practicando podas intensas, en seco y en verde.

En otros casos, la producción de ciertas parcelas fue destruida por un ataque de mildiu.

Y, además, algunas viñas se acogieron a las ayudas de la poda en verde. La consecuencia de todo ello, ha sido una fuerte reducción de la producción de uva y de vino, de forma general, en todo el sector.

DATOS COMERCIALIZACIÓN

Los efectos de la pandemia sobre la comercialización han sido muy importantes. En primer lugar, porque la cuota de mercado local es baja y, en el 2020, no ha habido la

afluencia turística habitual. Como la pandemia afecta a todos los países compradores habituales del vino, la exportación también se ha visto afectada.

En consecuencia los datos son las siguientes:

  • La comercialización total ha pasado de 4.658.000 L. a 3.039.500 L., 1.618.500 L. menos, que representa una disminución del 35%.
  • Las ventas en la Isla han pasado de 3.640.000 L. a 1.916.600 L., una disminución de 1.734.000 L., que representa un 48% menos.
  • La venta a la Península ha pasado de 140.300 L. a 482.700 L, un aumento de 342.400 L. Lo que representa un aumento del 344%. Es el dato más positivo de la comercialización. Nunca se habían conseguido unas ventas tan grandes a la Península.
  • En cuanto a la exportación en los países de la Unión Europea, se ha pasado de 650.600 L. a exportar 448.500 L, una mengua de 176.000 L que representa un 31% menos.
  • Y en la exportación a terceros países se ha pasado 226.400 L a 191.600 L, una diferencia de 34.800 L., que representa una disminución del 16%.

Al igual que el punto anterior, los datos que se ofrecen son el resultado de comparar la media de las añadas: 2016, 2017, 2018 y 2019 con los datos del 2020.

Tal como se preveía la comercialización al 2020 bajó mucho, en general, un 35%. Las ventas directas en Mallorca, por la bajada del sector turístico, se redujeron un 48%. Las exportaciones también tuvieron una fuerte bajada, del 34% en la UE y 31% en los terceros países. Sólo se incrementó de forma importante, la venta de vino a la Península, un 344%.

Como resultado de estos datos negativos, la facturación de vino en conjunto ha bajado un 39%, mientras que el gasto de viticultores y bodegas ha sido prácticamente el mismo que el de un año normal, las viñas han seguido su desarrollo habitual, al margen de la pandemia. Además, debido al fuerte ataque de mildiu, los tratamientos fitosanitarios se han incrementado y los trabajos de elaboración de los vinos y mantenimiento de las bodegas no han variado mucho.

El sector vitivinícola está a la expectativa de lo que pueda pasar en 2021, pero como han afirmado en repetidas ocasiones, viticultores y bodegueros, lo más importante es hacer buen vino y no ceder ante las dificultades. Además, las situaciones de crisis siempre suponen un esfuerzo complementario para superar los contratiempos que se presentan.

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