El sector vitivinícola: la crisis y una estrategia para el futuro

Las cooperativas vinícolas francesas, italianas y españolas -que representan más del 50% de la producción europea- organizan un debate público junto con la European Think Tank Farm Europe sobre el futuro del sector vinícola.

Martes 01 de Diciembre de 2020

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Además de las dificultades generadas por los aranceles estadounidenses y la disminución del mercado chino, la crisis de la Covid-19 ha golpeado duramente al sector vitivinícola europeo.

A petición de los Estados Miembros, del Parlamento Europeo y del sector productor europeo, se adoptaron medidas de emergencia en la primavera pasada para tratar de equilibrar la oferta y hacer frente a la disminución de la demanda mundial.

Estas medidas fueron financiadas por los márgenes que los Estados miembros pudieron liberar en los programas de apoyo nacionales, complementados, en algunos países, con ayudas nacionales. Ante la necesidad de reaccionar y de responder rápidamente a los efectos de la crisis sanitaria, en un gran número de países productores se decidió aplazar algunas de las inversiones estructurantes previstas en 2020.

Mientras esta crisis sanitaria y económica continúa, el año 2021 se perfila no como un año de recuperación económica para los vinos europeos, sino más bien como un año de vigilancia para evitar los excesivos desequilibrios del mercado. Al mismo tiempo, los operadores europeos, entre ellos las cooperativas, deben ser capaces de seguir planificando un futuro que combine necesariamente la sostenibilidad ambiental, social y por supuesto la económica.

Desde Cooperativas Agroalimentarias de España consideran que también para 2021 "se seguirán necesitando medidas de emergencia. Sin embargo, estas medidas de emergencia deben formar parte de un plan plurianual coherente para el relanzamiento y la construcción de un sector vitivinícola europeo fuerte, duradero y decididamente sostenible".

Desde la organización señalan que "en primer lugar, se necesita una recuperación económica para los próximos tres años para recuperar el nivel de consumo anterior a la crisis. De hecho, llevará al menos 2 años relanzar la dinámica de la demanda. La crisis ha perturbado profundamente los hábitos de consumo, haciéndolo más difícil hacia el camino de la recuperación completa. Por lo tanto, será necesario actuar tanto en el consumo interno como en las exportaciones".

Al mismo tiempo, subrayan que "la crisis económica no puede ser una excusa para olvidar la transición ecológica necesaria para responder adecuadamente al cambio climático. A la Unión Europea y a sus productores les interesa modernizar sus prácticas para responder a la actual crisis ecológica. La Estrategia de la Granja a la Mesa impondrá más reglas al sector productor y por tanto un aumento de los costes de producción para los agricultores y cooperativas. Por tanto es el interés de todos tener una transición justa y que nadie se quede atrás por la implementación de nuevas reglas al respecto".

Se necesitan medios adecuados para responder adecuadamente a la crisis y a los retos del futuro próximo.

Consideran que, "es necesaria la ampliación de las medidas de crisis para todo el año 2021. Posteriormente, los programas nacionales de apoyo deben ser ampliados y financiados con un presupuesto adicional. Si las medidas de emergencia que se establezcan son financiadas exclusivamente por los presupuestos existentes de los PASVE se retrasarán por segundo año consecutivo las acciones estructurales que el sector vitivinícola de la UE necesita para hacer frente a los retos del futuro".

Por tanto, las herramientas de la crisis "no son suficientes, necesitamos un plan plurianual que dé prioridad a la viticultura y aporte recursos económicos adicionales" y que desglosan en varios puntos:

  • Debe garantizarse que la viticultura europea pueda acceder plenamente a los 8.000 millones de euros adicionales del Fondo Next Generation EU en el 2º pilar
  • La asignación para el sector del vino no debería recibir un trato financiero peor que los demás componentes del PAC: su dotación financiera presupuestaria propuesta en la reforma del PAC disminuye más que la disminución del presupuesto del PAC de 2021 a 2027,
  • La aplicación de la reforma de la PAC en todos los Estados miembros debería garantizar que la viticultura de la UE tenga acceso a las medidas agroambientales del segundo pilar y  los planes de gestión de riesgos, ya que ambos son esenciales para apoyar la transición ecológica y digital que el sector vitivinícola de la UE está dispuesto a liderar.
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