Aumenta el interés de los rusos por el vino

El mercado del vino en Rusia, que mueve 8.000 millones de dólares anuales, parece haber despegado en 2017 con un creciente interés tanto entre los consumidores como en productores

Miércoles 27 de Junio de 2018

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El mercado del vino en Rusia viene marcado en los últimos años por una caída en la demanda en general debido principalmente a la situación macroeconómica del país con una moneda debilitada. Sin embargo, desde el pasado año, y tras haber tocado fondo en 2016, parece haber motivos para la esperanza con un repunte en el consumo de vino.

Según los últimos datos del OEMV, el pasado año Rusia aumentó sus importaciones de vino el doble en valor (+22%) que en volumen (+10,7%), hasta los 58.550 millones de rublos y los 447 millones de litros. Aunque el volumen sigue lejos del registrado en años atrás los datos muestran cierto optimismo ya que se ha batido un récord en valor.

En general, todos los vinos bajaron de precio, en rublos, aunque el precio global subió por encima del 10% y es el más alto hasta la fecha. Esto se explica por el espectacular aumento de las compras de espumosos y envasados, vinos con mayor valor añadido que el granel, que cayó bastante.

España pierde cuota como primer proveedor en volumen (-15,4%) por el desplome del granel, aunque la gran subida de envasados y espumosos elevó su valor global un 9,4%. Italia y Francia se consolidan como primeros vendedores en valor en el mercado ruso.

Como señalamos, estos datos son esperanzadores después de que el mercado del vino en Rusia sufriera entre 2014 y 2016 una fuerte contracción derivada de la situación de fragilidad económica por la que ha atravesado el país y de la fuerte devaluación del rublo que se produjo entre 2014 y 2015. Máxime, cuando el sector del vino en Rusia viene definido en función de la demanda por poder adquisitivo de la población y el tipo de cambio del rublo, que afecta a la operativa de importación y pagos a proveedores.

Con todo, España es uno de los países que más aumenta su participación en 2016 y 2017, consolidándose como el primer vendedor de vino en Rusia por volumen, aunque se mantiene el tercero en valor por detrás de Italia y Francia en cuanto a facturación. La cuota de los vinos españoles en Rusia es del 16%, a 2017.

Cabe destacar que Rusia es uno de los países con mayores índices de consumo de alcohol per cápita del mundo. La bebida más ampliamente consumida es el vodka, aunque la popularidad de otros destilados como el whisky, ron o el brandy es elevada. En lo que se refiere al vino, su consumo se sitúa en torno a los 7,5 litros per cápita al año y se mantiene más o menos estable con ligera tendencia al alza. El consumo de vinos de calidad está muy concentrado en Moscú (70%), San Petersburgo (10-15%) y las grandes ciudades rusas (15%).

El negocio del vino en Rusia, según estimaciones no oficiales, mueve 8.000 millones de dólares al año, principalmente procedente de la importación. La producción rusa de vino no es capaz de satisfacer la demanda existente debido a la insuficiencia de oferta así como a la poca calidad tradicional de los vinos rusos, si bien en los últimos tres años esta situación está cambiando rápidamente: el fuerte nacionalismo, el creciente interés de los rusos por el vino, las inversiones en el sector y la organización de un grupo de bodegueros que están haciendo vinos de calidad, con buena imagen está haciendo que los vinos nacionales sean ya en 2017 un factor a tener en cuenta en este mercado.

A día de hoy Rusia dispone de unas 90.000 hectáreas de viñedo en explotación y se estima que llegará a las 150.000 en unos años. Pese a todo, esto no es suficiente para satisfacer la demanda interna, aunque seguramente el vino ruso ocupe en unos años un lugar privilegiado en la distribución y desplace a otros países productores.

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