Vinoteca y Refectorio, la gastronomía de Abadía Retuerta LeDomaine por descubrir

Abadía Retuerta LeDomaine es el destino gastronómico

Jueves 24 de Mayo de 2018

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La nueva temporada en Abadía Retuerta LeDomaine presenta múltiples propuestas para regresar a esta bodega y hotel 5* y dejarse cautivar por el verdadero significado de lujo experiencial. ¿Quién no se rinde ante una buena mesa?

La gastronomía es uno de los pilares de este destino que ocupa, desde 2012, la Abadía Santa María de Retuerta, fundada en 1146 por los religiosos de la Orden Premonstratense en España en las proximidades del municipio de Sardón de Duero, en Valladolid. En los dos restaurantes, Refectorio y Vinoteca, Marc Segarra y su equipo firman un concepto creativo en torno a la tradición y firmemente vinculado con el entorno y los productos de temporada.

En 2014, la primera estrella Michelin revalidaba el trabajo en el primer espacio. Si bien, sorprender al huésped y al cliente externo que elige Abadía Retuerta LeDomaine es el objetivo del día a día de Segarra, que se incorporó en febrero de 2016.

Refectorio

Proximidad, frescura y creatividad definen su línea de trabajo y los dos nuevos menús para 2018 en horario de cena: Sacristía (140 €, 75 € maridaje, IVA incluido) y Caballerizas (160 €, 75 € maridaje, IVA incluido).

Entre las novedades, y en opinión del chef, están llamadas a conquistar al paladar creaciones como: Seta de temporada, jugo vegetal y pino; Crema de coliflor,  ibéricos y lima; Salmonete, jugo de sus espinas y calabacín; y Helado de manzana asada, rosas y especias.

Dado que se han convertido en clásicos, se mantienen recetas como: Lombarda con emulsión de piñón, percebe y menta; Carré de lechazo deshuesado, puré de col rizada y café; y Cenizas de trompeta de la muerte, leche quemada y avellanas.

Importa el contenido, es decir, una propuesta suculenta y sorprendente, pero también el continente, es decir, el lugar en el que los monjes, en el siglo XII, compartían el momento de la comida y de la cena. Se levantó en la primera mitad del siglo XIII y, en la actualidad, cuenta con capacidad para 40 personas. La decoración es sencilla y contemporánea, siendo protagonistas los muros, las bóvedas de piedra, las entradas naturales de luz y, claro está, el fresco "La Sagrada cena", datado en 1670. Todo ello configura un espacio íntimo con una atmósfera realmente especial que multiplica el encanto de la experiencia culinaria.

En Refectorio se ofrece ese placer mayúsculo llamado desayuno, a la carta, y que, única y exclusivamente, disfrutan quienes eligen vivir la experiencia de Abadía Retuerta LeDomaine de principio a fin.

Vinoteca

Con un estilo más informal, la carta se estructura en torno a sugerencias perfectas para picar y compartir. Extensa y equilibrada, entre la selección de platos se pueden destacar: Pisto agridulce; Puerros a la parrilla, papada ibérica, vinagreta de avellanas; y Alitas de pollo deshuesadas confitadas y huevos de codorniz poché. Además de Pastrami  ibérico, piparras y setas; Albóndigas de bacalao ajoarriero; Pescado de la lonja en papillote y verduras; y Caldereta de lechazo con duxelle de champiñones.

Ante la gran acogida de la clientela, continúan el Steak tartar con láminas de pan crujientes y bol de patatas fritas; Magret de pato, guiso de orejones, pasas, piñones y ensalada de hinojo; y Pulpo, vinagreta de almendras, queso ahumado y cebolleta.

Con capacidad para 24 comensales, este restaurante se encuentra sobre La Cueva, bajo tierra y obra de los primeros monjes. En su momento fue la cilla o almacén y, hoy por hoy, alberga la colección privada de la bodega. Es decir, 8.500 botellas, entre ellas, todas las añadas de la finca, la primera correspondiente a 1995.

Carta de vinos

En ambos restaurantes, por supuesto, el vino cobra relevancia absoluta. Los platos encuentran el maridaje perfecto en las etiquetas de la finca y en una amplia selección de referencias, tanto regionales como nacionales e internacionales. El artífice de la propuesta es el sumiller Miguel Ángel García, en la casa desde hace ocho años.

En Refectorio presenta 400 etiquetas que recorren prácticamente la totalidad del mapa vitivinícola mundial, con una gran representación de Ribera de Duero y de Francia. También recoge vinos modernos y de pequeños productores, y añadas históricas no solo de Abadía Retuerta LeDomaine sino también de otras bodegas. En cuanto a Vinoteca, son unas 40 referencias, aproximadamente, la mitad se pueden disfrutar por copas.

Otros espacios

Durante los meses de verano, la oferta culinaria de la Vinoteca se puede degustar, en el servicio de cenas, en el Jardín de Claustro; y junto a la piscina, un verdadero oasis, se encuentra el Pool Bar ideal para un picoteo ligero o un cóctel. Además, existen diversos espacios como la Sala Capitular y el Salón Chimenea, donde el cliente también puede relajarse y tomar un vino u otra bebida.

El hotel

Inaugurado en 2012, el Hotel Abadía Retuerta LeDomaine se ha consolidado como un referente enoturístico, gastronómico y cultural a nivel nacional e internacional. La primera sorpresa que siente el huésped o cliente externo que elige su oferta gastronómica, visita la bodega o el Centro de Wellness & Spa Santuario LeDomaine es visual. Y es que la imponencia de este monasterio del siglo XII es cautivadora y así lo avala el Premio Patrimonio Cultural de la Unión Europea concedido por Europa Nostra.

Abadía Retuerta LeDomaine es sinónimo de experiencia de hospitalidad única. El verdadero protagonista es quien lo habita durante unas horas o jornadas, y debe sentirse especial desde la llegada y hasta la despedida. De forma sutil pero notable.

Cuenta con 27 habitaciones dobles y 3 suites, ocho de ellas ubicadas en el edificio de las antiguas caballerizas, donde se encuentra el magnífico Centro de Wellness & Spa Santuario LeDomaine.

El presente y futuro de esta joya arquitectónica, declarada en 1931, por la Unesco, Bien de Interés Cultural, y de los viñedos aledaños, es un concepto en torno al lujo experiencial. Es decir el que cada persona que conoce la bodega Abadía Retuerta y el hotel LeDomaine percibe y siente. Porque el verdadero lujo es vivirlo. Desde el placer de una copa de vino a un paseo por el viñedo, un almuerzo en cualquiera de sus restaurantes o la desconexión de una noche en una de las 30 habitaciones.

Múltiples reconocimientos avalan este concepto en torno al lujo experiencial. El más reciente es el Premio CN Traveler 2018 en la categoría de Mejor Hotel de Escapada de España. New York Times lo ha situado como uno de los Destinos que hay que visitar en 2018 y los usuarios de TripAdvisor lo han elegido como Mejor hotel de España 2018.

En 2017, fue nombrado Hideaway of the Year en los distinguidos premios anuales de Andrew Harper; Mejor hotel de España y Portugal en los premios Readers' Choice de Condé Nast Traveler; Tatler Travel Guide lo seleccionó como uno de los 101 mejores hoteles del mundo; y The Telegraph 50, uno de los Mejores hoteles de España para primavera y verano.

Bodega y viñedos

La finca ocupa una superficie de 700 hectáreas, de las cuales sólo se han plantado de viña los mejores suelos o terroirs. Existen 54 pequeñas parcelas o pagos, diferenciados principalmente por la composición del suelo y cada uno plantado con una única variedad. En total hay un 70% de Tempranillo, 10% de Cabernet Sauvignon y 10% de Syrah; el 10% restante se divide entre Merlot, Petit Verdot y algunas variedades de blanco que hasta la añada 2011 se elaboraban sólo de forma experimental.

Actualmente, se realizan obras en la bodega, una de las más innovadoras y tecnológicamente avanzadas de Europa. Diseñada por el enólogo francés Pascal Delbeck, actual asesor, y consolidada por el viticultor y enólogo Ángel Anocíbar, fue de las primeras instalaciones en España en apostar por el movimiento del vino sólo por gravedad, destacando su sistema de depósitos elevados con grúas o un sistema propio patentado para los trasiegos del vino.

La filosofía se basa en la elaboración de vinos que reflejan la personalidad de cada terroir (terruño), lo que conforma la esencia del vino de pago, que se produce sólo cuando la añada cuenta con una calidad extraordinaria. Los pagos de Abadía Retuerta LeDomaine son: Pago Negralada (100% Tempranillo); Pago Valdebellón (100% Cabernet Sauvingnon); Pago Garduña (100% Syrah) y Petit Verdot (100% Petit Verdot).

Abadía Retuerta Selección Especial integra la mezcla de los mejores vinos de cada pago y es la referencia más representativa ya que el porcentaje de uva con el que se elabora es similar al de las principales variedades plantadas en el viñedo (75% Tempranillo, 15% Cabernet Sauvignon y 10% Syrah).

Por último, LeDomaine es un blanco de guarda (puede conservarse hasta 15 años) que vio la luz en 2011. Es fruto de 20 años de investigación, obtenido de viñas Sauvignon blanc, enriquecido con un toque de Verdejo y de otras variedades blancas.

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