Codorníu rechaza una OPA de un fondo de inversión estadounidense

El grupo bodeguero rechazó una oferta del fondo de inversión estadounidense Carlyle Group que pretendía hacerse con la empresa española

Jueves 26 de Abril de 2018

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Justo cuando hace aproximadamente un mes que Freixenet firmó la venta de una participación mayoritaria, a la alemana Henkell, se produce un intento de compra a otro gran grupo bodeguero español, pero en esta ocasión desde el otro lado del charco.

La noticia se conoció la semana pasada cuando Codorníu hizo público su rechazó a una oferta pública de adquisición (OPA) por parte de Carlyle Group, un fondo de inversión de EE.UU., que pretendía conseguir una participación mayoritaria en la bodega.

El intento de compra por parte de la firma americana se produce precisamente tras la adquisición de Carlyle Group del gigante del vino australiano Accolade, formalizada por 1.000 millones de dólares australianos (624 millones de euros), lo que significa que el valor de la compañía se ha más que triplicado desde 2011, cuando fue comprado por los propietarios anteriores, Champ.

La oferta fue tratada en el consejo de la compañía, formado por diez miembros, liderado por la presidenta Mar Raventós y el director general Javier Pagés. En esta reunión el consejo decidió por mayoría rechazar lo que se considera una oferta no solicitada por la empresa.

Si bien, se desconocen los detalles de la OPA sobre Codorniu al no haber sido formalizada, el productor de Cava ha dicho que está abierto a la entrada de un socio, pero en todo caso este debe ser minoritario.

Dicha decisión viene motivada porque algunos de los accionistas de la compañía tienen la intención de vender sus participaciones para emprender nuevos proyectos personales y profesionales, lo que llevó a Codorníu a buscar un inversor externo.

Actualmente Grupo Codorníu, formada por 10 bodegas repartidas por la geografía española y el extranjero, es propiedad de 216 accionistas, miembros en su mayoría de 5 familias.

La empresa Unideco, matriz que aglutina todas las bodegas: Codorniu, Raimat, Masia Bach, Scala Dei, Abadia de Poblet, Legaris (Ribera del Duero), Bodegas Bilbaínas (Rioja), Nubiana (Cinca), Séptima (Argentina) y Artesa (California), puso en marcha el año pasado un plan de reestructuración destinado a mejorar sus cuentas.

El plan implicó el abandono de negocios poco rentables, como la elaboración de marca blanca, y un ERE a cerca de un centenar de trabajadores.La plantilla ha quedado en unas 700 personas.

En el ejercicio cerrado a junio del 2017, la facturación fue de 236 millones de euros, con un beneficio de 16 millones, y un resultado neto de 2 millones, que quedó en números negativos como consecuencia del coste de reestructuración.

Sin embargo, según fuentes de la bodega, este 2018, a pesar de que la facturación será inferior, el beneficio crecerá y se situará entre 26 y 30 millones de euros, y un resultado neto de 11 millones. 

Aunque Codorníu tiene su sede en la localidad de Sant Sadurní d'Anoia, en el Alt Penedès, desde 1551 (se trata de la empresa más antigua de España) Unideco ha trasladado su sede fiscal fuera de Cataluña por el conflicto independentista catalán. La empresa matriz de Codorníu, aprobó la transferencia del negocio legal a Haro en La Rioja, donde también es propietaria de Viña Pomal.

La empresa busca un director general externo y consejeros independientes

Entre los cambios que está llevando a cabo la compañía en la reestructuración de su negocio se prevé la incorporación de un nuevo CEO y un consejo asesor orientado a negocios y estrategias, formado por externos independientes, con el fin de desvincularlo de decisiones familiares y evitar conflictos de intereses.

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