Borsao, vinos de altos vuelos

La bodega aragonesa de Campo de Borja, Bodegas Borsao  ha posicionado sus vinos en los últimos 12 meses en tres compañías aéreas fuera de Europa, en concreto compañías asiáticas de 5 estrellas según Skytrax: Singapour Airlines, Cathay Pacific y Eva Airlines.

¿Qué tienen estas tres compañías en común además de su pasión por el buen vino? Las tres tienen Borsao.

Borsao lleva años posicionando sus vinos en el catering de compañías aéreas de todo el mundo, empezamos con Air Canada, American Airlines, SAS (Scandinavian Airlines System), ANA (All Nipon Airways). Actualmente  en este último año es cuando se han posicionado entre las mejores compañías asiáticas con dos de sus vinos jóvenes basados en garnacha y con la nueva creación de bodega, basada en  un monovarietal de Syrah, Zarihs.

El equipo de sumilleres de las compañías aéreas organizan los famosos tenders, que son catas profesionales para elegir los mejores vinos.

Entre todo el equipo se catan más de 1.000 vinos al año, degustando caldos del nuevo mundo, del viejo mundo, tintos y blancos, haciendo una exquisita selección de vinos para que sus clientes a bordo los puedan disfrutar.

Es un nicho difícil, donde se debe competir con bodegas de todo el mundo, sin embargo, entrar en una compañía y formar parte de sus cartas de vinos, garantiza una exposición y un escaparate  importante a la hora de posicionar la marca, visto por miles de pasajeros de todo el mundo.

Una oportunidad para animar al cliente a disfrutar de la calidad que los vinos españoles, tanto por el entorno tranquilo como por el  tiempo del que disponen para disfrutarlo.

Los sumilleres del aire están entrenados para descubrir el vino por el color, brillo, claridad, sabores, aromas y como se complementan con  la comida que se toma abordo.

La atmósfera de la cabina es más seca y ellos catalogan los vinos en tierra en cabinas  presurizadas donde las condiciones son las mismas que cuando están a bordo en los aviones.

Cada vez que una compañía lista un vino a bordo se trata de unas 150.000 botellas que a lo largo de los siguientes 12 meses se catarán a más de 12.000 metros de altura y más de 2.3 millones de personas lo conocerán.