Javier Sanz Viticultor, la distinción en la variedad verdejo

#PuroVerdejo. No hay nada que defina mejor la identidad de Javier Sanz Viticultor, la bodega que ha sabido trabajar con el carácter versátil de la variedad para lograr vinos exclusivos de gran calidad.Y ese estilo propio seguirá ganando protagonismo en los vinos de la bodega, con el asentamiento de elaboraciones con cepas minoritarias como la malcorta o la colorado.

José Antonio Sanjurjo

Jueves 07 de Septiembre de 2017

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Javier Sanz

Puro Verdejo es "disfrutar de la vida con un buen vino en compañía de los nuestros" y lograr brindis para recordar. Es el leitmotiv con el que Javier Sanz Viticultor busca potenciar su variedad estrella entre los amantes de los vinos. Se trata de mantener el interés del consumidor habitual, pero sobre todo llegar a la población joven, el público con el que el sector vinícola tiene uno de los mayores retos ahora y en los próximos años.

La baza con la que cuenta la bodega es muy valiosa. En la verdejo encuentran una uva de gran versatilidad. "Es capaz de adaptarse a varios tipos de elaboración –explican-, ya sean vinos jóvenes, con crianza e incluso vinos dulces". La riqueza de matices les permite diferenciar entre zonas de cultivo. Y todo en la Denominación de Origen Rueda, donde esta bodega asentada en La Seca (Valladolid) observa que "la verdejo es de una calidad superior a la verdejo cultivada en otras zonas".

Calidad y estilo propio

El trabajo de Javier Sanz Viticultor, que se considera una bodega familiar, se centra en diferenciarse por la calidad. Reconocen que no buscan producir cantidades ingentes de vino, sino la exclusividad. Huir de la homogeneización con buenos vinos, en definitiva. "Creemos que tener estilo propio a la hora de hacer un vino es lo más importante para diferenciarse de la competencia, y de esta forma conseguir que el consumidor final se decante por nuestros vinos", manifiestan.

El camino de la distinción tiene sus primeros pasos, fundamentales, en el propio viñedo. La encomiable tradición familiar viticultora es la base de la bodega. Hay una relación especial entre el viticultor y la vid, que se alía con el suelo y la genética de las cepas, por supuesto sin desdeñar la incorporación de los últimos avances en enología. "Todo esto –revelan- se traduce en unos vinos exclusivos, únicos y atractivos para el consumidor".

La verdejo, pilar de la gama de vinos

Javier Sanz Viticultor, que produce unas 600.000 botellas anuales, tiene en la verdejo un pilar esencial de su gama de vinos. En la línea Javier Sanz, destacan como monovarietales el Semidulce, el Fermentado en Barrica y el propio Javier Sanz Verdejo. Son vinos muy idóneos para pescados, mariscos, arroces y todo tipo de pastas, aunque los de mayor estructura son también muy recomendables para maridar con carnes blancas.

Colección V Javier Sanz

En la Colección V, la bodega acentúa sus cualidades para la viticultura y la recuperación de variedades, con vinos aún más singulares, de autor. Dentro de ella, el V1863 y el VMalcorta son también monovarietales de verdejo. Este último se elabora a partir de un clon autóctono de la variedad que se encontraba en algunas zonas de La Seca, epicentro del mejor verdejo de Rueda. Era una variedad casi extinguida, que hasta llegó a estar despreciada en el sector por las dificultades para el cultivo, y que Javier Sanz recuperó en exclusiva. Los resultados de años de esfuerzo investigador son innegables. La primera añada, de 2014, se agotó en tres meses. Y en 2016 el VMalcorta obtuvo la Gran Medalla de Oro en el Concurso Mundial de Bruselas. Fue el primer vino blanco de la D.O. Rueda que logró tal galardón.

La intensa apuesta por la genética y la recuperación de variedades, que Javier Sanz desarrolla desde hace dieciséis años, tiene otro de los grandes exponentes en el V1863. Son cepas de más de 150 años (prefiloxéricas), situadas en una parcela única y con una calidad excepcional. Vendimiadas a mano para efectuar una primera selección ya en el propio viñedo, la crianza se desarrolla durante varios meses sobre sus finas lías, antes del embotellado. El resultado es un vino con mucha estructura y gran complejidad, suave y cremoso en el paladar, con una acidez moderada y un final largo y agradable.

La colección V se completa con VDulce de Invierno y VColorado. El primero mezcla verdejo con la variedad rumana Gorda de Moldavia. Se caracteriza por la congelación de la uva, el secado natural en un sobrado sombrío y la vendimia tardía. En su reposo en barrica, se mezclan las añadas para dar como resultado un vino goloso y original. Su polivalencia lo convierte en una apuesta segura para combinar con aperitivos como quesos o fuagrás o con postres.

El VColorado es otra joya única. Procede de una insólita cepa tinta situada entre las centenarias de verdejo del viñedo familiar. Su genética es única y desconocida por el momento, lo que desemboca en un vino muy exclusivo, que no llega a las 300 botellas de producción en cada añada. Es el primer y único tinto de Javier Sanz Viticultor, que por sus características y el trabajo que tiene detrás ha tenido una acogida formidable.

Cultivar el consumidor presente y futuro

En Javier Sanz Viticultor saben muy bien que el mercado valora la calidad. Especialmente se están centrando en el sector más joven de la población porque "a día de hoy no consume tanto vino como en décadas pasadas y son nuestros presentes y futuros consumidores".

Incidir en la variedad les abre paso en un mercado en el que ya exportan el 30% de la producción. Pero Javier Sanz Viticultor es muy consciente de que donde más tienen que poner el acento, de forma conjunta entre las bodegas de su ámbito, es en el origen. "Desde la bodega y la D.O. Rueda en general creemos que hay que hacer una labor de diferenciación entre 'un verdejo' y 'un Rueda', ya que consideramos que la calidad de un vino de la D.O. Rueda es superior a la calidad de otros verdejos". Sus vinos son buena muestra.

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