Winery On, la fusión de vino, arte y esencia mediterránea en una botella

Afincada en Yecla, esta moderna bodega cuenta con una amplia variedad de vinos que destacan por llamativos packagings y una excelente calidad

Susana Formoso

Viernes 27 de Enero de 2017

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vinos de Winery On

Son nuevos tiempos para el vino. Así lo entienden desde Winery On, una bodega en cuyos productos se funden vino de la más alta calidad, arte y esa esencia mediterránea que se respira en los parajes de Yecla. Es en este emblemático lugar donde nació hace dos años el proyecto encabezado por Karel Eissner y Pablo Cortés. Pese a su corta vida, su amplia gama de vinos ya cuenta con numerosos adeptos.

Y es que uno de sus rasgos diferenciadores son los atrevidos y modernos packagings, que muestran la auténtica pasión por el vino que Eissner y su equipo pretenden reflejar en su gama de productos, incluidos dentro de la Denominación de Origen Yecla. Actualmente, Winery On dispone de seis vinos, con los que quieren poner en valor la uva autóctona Monastrell, si bien también trabajan con otras variedades (Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Verdejo).

Para la elaboración de su gama de vinos, Winery On cuenta con una extensión de 20 hectáreas de viñedos plantados entre 300 y 600 metros de altitud. El meticuloso cuidado de las cepas y las uvas, a través de una viticultura totalmente respetuosa con el medio natural, es la base de la altísima calidad de todos los productos que tienen en el mercado.

DE LO CLÁSICO A LO MÁS ROMPEDOR

Bodega Winery On

El primero de sus vinos, ENFURIA CLASSIC, representa la línea más clásica. Este monovarietal de Monastrell destaca por el uso de uvas procedentes de viñas centenarias. De color rojo picota, destaca en nariz por su carácter afrutado y por notas licorosas y de chocolate. Persistente y amplio en boca ofrece ligeros recuerdos a tostado y chocolate amplio. Su botella destaca por una composición de trazos blancos que recuerdan a la cabeza de un gran felino.

Estrechamente relacionado con el anterior, nació la marca ENFURIA. Con un 50% de uvas Monastrell de viñas viejas, un 25% de Syrah y otro 25% de Petit Verdot, este vino destaca por su intensidad en nariz y por un paso en boca suave y aterciopelado. Su packaging está representado por un tigre.

También un coupage de tres variedades de uva (Monastrell 60%, Cabernet Sauvignon 25% y Syrah 15%) es el MORENA MIA. Este vino destaca por su sutileza y elegancia. De color rojo picota, muestra una elegante nariz de frutos rojos sobre una base de ahumados y especias y un paso por boca suave. Su botella muestra la imagen invertida de dos mujeres.

Uno de los productos que ha despertado mayor interés entre los consumidores es DEMUERTE. Este tinto amparado por la D.O. Yecla es un coupage de las variedades Monastrell y Syrah (50%) resultando un color rojo violáceo. En nariz recuerda a los frutos rojos con un suave fondo de roble contando con un paso suave y untuoso en boca. Su imagen llama especialmente la atención, ya que está representada por una vistosa calavera con trazos coloridos y motivos florales.

A raíz de la gran aceptación de DEMUERTE, sale al mercado el nuevo producto DEMUERTE GOLD, una versión más enfocada al exigente público de restaurantes y vinotecas especializadas. DEMUERTE GOLD añade un plus de complejidad, con matices más acentuados en su coupage de uva Monastrell de cepas viejas y Syrah, con un paso más largo en barrica y un fino toque de Garnacha. Todo ello coronado por una presentación armoniosa y elegante, que se distingue por motivos en color dorado.

El Chico Malo y La Más Bonita

Tras el éxito de sus primeras referencias, Winery On incorporó el pasado año otros dos vinos con los que logró, una vez más, sorprender a los consumidores. EL CHICO MALO y LA MÁS BONITA son las últimas apuestas de esta bodega, que se presentan como las dos caras de una misma moneda. Así, en el primer caso, se ofrece un tinto más atrevido y provocador, mientras que en el segundo se muestra un blanco fresco y elegante. Como no podría ser de otra forma, sus packagings no dejan a nadie indiferente. Ambas botellas crean una composición difícil de olvidar.

EL CHICO MALO cuenta con un 70% de Monastrell y un 30% de Cabernet Sauvignon. Sus uvas proceden de cepas de más de 10 años de bajos rendimientos y su vinificación se realiza en depósitos de acero inoxidable a 24 grados de temperatura. Sin embargo, lo que distingue a este vino de otros es su paso más ligero por barrica, destacando, de este modo, los aromas frutales propios de la variedad Monastrell.

Por su parte, LA MÁS BONITA es una apuesta por un vino blanco, fresco, elegante y afrutado cuyas uvas se vendimian de modo manual de cepas de más de una década y de bajos rendimientos. La vinificación se realiza a través de maceración prefermentativa en frío, complementándose con una crianza sobre lías en depósito durante cuatro meses.

En definitiva, una búsqueda de matices y sabores novedosos que desde Winery On pretenden aportar a sus vinos. Dada la buena respuesta de los consumidores, trabajan ya en la elaboración y comercialización de futuras nuevas referencias con las que incrementar su gama de productos.

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