Los negacionistas del vino ¿Por qué niegan la evidencia?

La próxima vez que te encuentres con un negacionista, sabrás por qué está tan equivocado y el origen de sus falsas creecias

Amaru Martínez Velasco

Jueves 15 de Diciembre de 2016

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El negacionismo es un tipo de conducta humana en la que el individuo niega la realidad para no tener que hacer frente a una verdad incómoda para él. Es, en definitiva, el rechazo a una verdad aunque ésta es real y demostrada.

Los casos más conocidos en la actualidad son los relativos al cambio climático, donde el negacionista niega su existencia pese al evidente y demostrado calentamiento global.

Más asociado a corrientes conservadoras, el negacionismo político también está muy presente en nuestros días.

Otro caso popular de negacionismo es en lo relativo a hechos históricos, como el holocausto nazi o en el caso de España los crímenes del franquismo, donde esta corriente de pensamiento reinterpreta los hechos históricos para llegar a la conclusión de que ciertos acontecimientos no ocurrieron.

Todas estas son las caras más conocidas del negacionismo grupal, pero este comportamiento está presente en la conducta humana en muchos más aspectos de lo que nos imaginamos.

Uno de los casos que cada vez se hace más notorio en nuestro sector es el negacionismo del vino, o más concretamente el negacionismo de los beneficios para la salud del vino.

Está completamente demostrado con cientos de estudios realizados de manera seria y rigurosa por científicos de reputadas Universidades y centros de todo el mundo que el consumo moderado de vino mejora nuestra salud. Las autoridades de los países más avanzados lo recomiendan, así como la comunidad médica de todo el planeta aconseja beber vino con moderación a muchos pacientes.

Y sin embargo, al igual que en el caso del negacionismo climático, histórico o político, resulta casi incompresible que ciertas personas lo nieguen.

¿Qué es lo que falla en estas personas? ¿Por qué niegan la evidencia? ¿Qué resorte mental se activa para que actúen de esta manera tan irracional?

La clave está en la palabra "moderado". Para el negacionista del vino esta palabra es invisible. Y de este modo el equilibrio, el autocontrol, la prudencia y el "freno" que impone la moderación en el consumo del vino no existe para ellos. Creen que el consumo de vino siempre es abusivo, son incapaces de discernir el alcoholismo del saludable consumo moderado.

No se trata de una cuestión intelectual, muchos negacionistas son personas inteligentes, sino de un tipo de conducta relacionada con un aspecto emocional.

A veces resulta más fácil evitar un problema que enfrentarse a él. Si no se posee la capacidad de prudencia que requiere el consumo moderado, sólo quedan dos direcciones en las que avanzar: los excesos esporádicos, el consumo abusivo y finalmente el alcoholismo, o bien, en el polo opuesto, el negacionismo que evita a toda costa cualquier tipo de consumo con graduación justificando esta actitud con los argumentos que veremos a continuación y que en esencia radican en evitar la existencia de un tercer grupo de consumidores: los moderados.

Gráfico del negacionimo del vino

Un estudio reciente de la Universidad de Houston y el Laboratorio de Neurociencia Conductual, publicado en la edición de noviembre 2015 de la revista de ciencia 'Fronteras de la Psiquiatría', encontró patrones de conducta entre el deporte y el consumo moderado de alcohol. El estudio llegaba a la conclusión que los bebedores moderados tenían el doble de probabilidades de ser físicamente activos que los no moderados y, muy a pesar de los negacionistas, que los abstemios. Esto era debido a razones emocionales que posteriormente descubrieron se replicaban en animales. Resumiendo, una persona con capacidad de autocontrol emocional lleva una vida más equilibrada y saludable en todos los sentidos, bebida y deporte incluído.

Los negacionistas del vino se encuentran en esa lucha interna inconsciente, y por tanto que escapa de su control, lo que les lleva a intentar cambiar el 'statu quo' eliminando el consumo moderado de la ecuación. Se trata de un mecanismo de defensa involuntario para hacer frente a la realidad y mantener la autoimagen.

Para argumentar sus falsas ideas utilizan a menudo estrategias grupales, buscando la complicidad de quiénes los escuchan, adoctrinándolos en base a argumentos de teorías de la conspiración, poderes fácticos e intentando desacreditar cualquier avance científico, así como a los profesionales que los realizan, en relación al consumo de vino y la salud.

Un artículo de Amaru Martínez Velasco, especialista en vino y wine blogger

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