Noruega, un mercado dominado por el vino francés, español e italiano

El mercado del vino en Noruega ha evolucionado siguiendo una tendencia claramente creciente a lo largo de los últimos años.

Debido a las condiciones climatológicas del país, que imposibilita el cultivo de la vid, la producción nacional es inexistente en el mismo, por lo que dicho crecimiento se nutre exclusivamente de las importaciones.

Según datos del último informe comercial elaborado por el ICEX, durante el periodo 2015, el volumen total de la importación noruega supera los 84 millones de litros, lo que supone un notable incremento de casi el 18% en apenas una década y da una idea del crecimiento del mercado en el período.

Si analizamos en mayor detalle las importaciones noruegas atendiendo al origen de las mismas, vemos que tanto en volumen total como en términos de valor de las compras, los tres países que lideran la clasificación son, por este orden, Italia, Francia y España.

De estos tres países se importan casi dos tercios de todo el vino que se consume anualmente en Noruega, ya que suponen conjuntamente el 63,48% de la importación en términos de volumen y el 74,4% en valor, de acuerdo con los datos de 2015.

Estos porcentajes suponen un pequeño descenso con respecto a los datos del año 2014, en el que las importaciones agregadas de estos tres países alcanzaban unos porcentajes del 64,2% en volumen y el 75,8 % en valor, lo que muestra una cierta tendencia a la concentración de las importaciones en cuanto a su origen.

Españoles y franceses van perdiendo terreno

Aunque estos tres países lideran el mercado de forma estable desde hace años, cada país de origen sigue su propia evolución temporal. Mientras que los vinos franceses y españoles mantienen su cuota de mercado en Noruega bastante estable en cuanto al volumen importado (Francia en torno al 20%, con un ligero decremento en 2015 al 18% y España en torno al 11%, aunque con evolución negativa en la serie temporal), los vinos italianos han ganado posición en el mercado representando un 36,2% de la cuota.

Exceptuando los vinos italianos, que aumentan cada año levemente la cuota de mercado, los españoles y franceses van perdiendo terreno. Esta pérdida gradual de cuota de los dos principales países de origen confirma la tendencia antes señalada, a favor de los vinos procedentes de nuevos mercados, como Chile, Australia o Estados Unidos.

Italia es el país de origen que muestra mayores variaciones siempre positivas. El volumen importado de los vinos transalpinos ha crecido levemente cada año, siendo su cuota de mercado en términos económicos mucho mayor.

Estos datos llevan a pensar que, pese a importar menos cantidad en litros, Noruega está importando vinos italianos de mayor valor económico unitario, en detrimento de las gamas más bajas.

No obstante, existe una cierta distancia en términos de valor entre los tres mercados, puesto que los vinos franceses e italianos son de mucho mayor valor unitario (6,24€/litro en el caso de los vinos franceses y 6€/litro de los italianos) que los españoles (3,63€/litro).

Monopolio estatal

Respecto a las ventas de vino en Noruega, conviene destacar una particularidad que configura de forma inevitable el mercado, ya que la distribución minorista de bebidas alcohólicas en el país está en manos del monopolio estatal Vinmonopolet, que tiene una cuota de mercado cercana al 88% para el sector del vino.

En valor económico, las ventas a través de este canal ascendieron a 1.184 millones de euros en 2014. Si tomamos en consideración el resto de canales, es decir, HORECA (con alrededor del 10% de cuota) y las tiendas libres de impuestos (un canal que cobra especial importancia en Noruega - con algo más del 2% de las ventas- precisamente debido a las limitaciones que impone el monopolio), las ventas totales se estiman en alrededor de los 1.350 millones de euros.

Noruega se presenta como un mercado difícil. Además de la existencia de un monopolio de titularidad estatal que controla la venta minorista, a fin de eliminar el ánimo de lucro privado y controlar la demanda, en Noruega está prohibida la publicidad sobre el alcohol y existen fuertes políticas de salud encaminadas a reducir el consumo de cualquier tipo de bebida alcohólica. Además, la elevada carga impositiva a la que está sometida la importación de bebidas alcohólicas al país, hacen del mercado noruego un país de dificil acceso.

Con todo, pese a las aparentes dificultades, lo cierto es que Noruega es un mercado de muy alto poder adquisitivo y de un importante tamaño relativo y, por ello, cuenta con un gran atractivo para el vino.