La reducción impositiva incrementa el consumo de bebidas alcohólicas en Reino Unido

El último informe para el segundo trimestre de 2015 de la asociación británica del Comercio del Vino y los Destilados (WSTA, por sus siglás del inglés Wine and Spirit Trade Association) destaca el papel que una combinación de factores han jugado positivamente para los consumidores de vinos, cervezas y destilados.

Recortes de impuestos unidos a una menor inflación para este tipo de bebidas, se citan como la razón principal de los resultados positivos en el informe, que indica que se están reflejando los beneficios tanto en los clientes como en productores y minoristas.

Tras un 2013 en el que la inflación del alcohol era el doble que la del índice de precios al consumidor debido a una tasa especial impositiva, que fue eliminada en 2014, ahora, destaca el WSTA, la situación general del mercado es positiva, aunque un poco frágil, con incrementos del consumo de cerveza del 3%, destilados también en un 3%, Champagne en un 2%, y un sorprendente incremento del consumo en la categoría de "sparkling wine" (vino espumoso) que incrementa un considerable 28%.

El vino espumoso (entendido según este informe como todos los vinos espumosos, salvo el Champagne que lo contabilizan aparte. El Cava por tanto, se incluiría en esta partida.) fue capaz de mostrar buenos resultados tanto en el canal HORECA (Hostelería, Restauración y Catering) como en el canal Alimentación, con un crecimiento de ventas en valor del 20% y 28%, respectivamente, y un incremento conjunto del 29% en los últimos 5 años.

Por el contrario, y a pesar de la coyuntura económica favorable para el consumo de bebidas alcohólicas, los volúmenes de vinos tranquilos, vinos fortificados y sidras caen en lo que llevamos de 2015 un -2%, -5% y -1%, respectivamente.

Si bien, aunque para el sector es una buena noticia que los consumidores se beneficien de la reducción de impuestos y el impacto de la reducción de la inflación, consideran que el mercado sigue siendo frágil, ya que el crecimiento del consumo no acompaña en la misma proporción, lo que se interpreta como unos niveles impositivos para el comercio del vino y destilados todavía altos en términos absolutos.

Además, según WSTA, la situación del mercado del vino en particular sigue siendo preocupante, ya que las previsiones son que el consumo continúe cayendo debido a la decisión del Gobierno de no incluir al vino en la próxima redución del tipo impositivo del 2% para el alcohol, del cuál si se beneficiarán el resto de bebidas alcohólicas (cerveza incluída).