Para mantener 'la línea', toma vino en cada comida

Dos nuevos estudios revelan que comer con vino mejora la digestión, evita el aumento de peso y la obesidad

Redacción

Viernes 24 de Diciembre de 2010

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Comer con vino

Lo que el equipo de la Universidad de Navarra ha publicado de este estudio hasta ahora es que los bebedores de cerveza y bebidas espirituosas tienden a aumentar de peso, ganando un promedio de 1 Kg cada año, mientras que los bebedores de vino no muestran este aumento de peso. "No se encuentra asociación alguna entre el consumo de vino y el aumento de peso anual o el riesgo de desarrollar obesidad", publican los autores del estudio en la revista médica 'Nutrición'.

Estamos en épocas de grandes banquetes y comidas copiosas, y precisamente ahora dos nuevos estudios concluyen que beber vino no sólo mejora la digestión, sino que nos ayuda a que no nos apriete el cinturón al terminar.

En una investigación, publicada en la web de “British Medical Journal”, un equipo en el Hospital Universitario de Zurich descubrió que beber vino blanco con una comida pesada reduce el tiempo de la sensación de malestar producida en el estomago (gases y sensación de hinchazón). Por otro lado, los caldos blancos también ayudan a eliminar los efectos secundarios negativos, principalmente la acidez estomacal.

Según el equipo, dirigido por el investigador Mark Fox, un gastroenterólogo en el Centro Médico de Queens en Nottingham, la comida tradicional suiza se consume normalmente con vino blanco o con té negro, y se propuso demostrar que esta opción, que es mejor para la digestión de comidas pesadas con quesos y mantequillas, tiene su origen en las costumbre locales , "no hay base científica para esta decisión, sólo la tradición popular", explica Fox en su informe.

Un total de 20 individuos, de entre 23 a 58 años, participaron en el estudio. No se han reportado problemas con el alcohol y todos los participantes estaban sanos. La mitad comió "fondue de queso" con vino blanco, la otra mitad con té negro. Después, los investigadores midieron la velocidad de la digestión de los alimentos durante varias horas. Una semana más tarde se repitió el experimento, cambiando las bebidas.

Descubrieron que el 'vaciado gástrico' fue significativamente más rápido cuando la 'fondue' se consumía con el té en vez de con vino, lo que "supone una buena noticia para los bebedores de vino", explicó Fox, "Una digestión lenta significa que los nutrientes están siendo asimilados correctamente en el organismo, y el cuerpo destinará la energía y los nutrientes de manera más eficiente" concluyó.

El vino para mantener 'la línea'

De forma tangencial, el estudio también reveló que si se consume moderadamente bebidas con graduación en las comidas, el apetito tiende a disminuir.

Este resultado se correlaciona con otro estudio reciente que demuestra que los bebedores de vino tienen menos probabilidades de aumentar de peso. Se trata de un experimento a largo plazo que se está llevado a cabo en el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, en el que se realiza un seguimiento a 9300 consumidores de alcohol, durante seis años, trazando sus hábitos alimentarios a lo largo de este periodo.

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